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Como fue nuestra llegada a Oporto. Día 1.

Selfie paseando por Oporto

Llegada a Oporto de dos grupos de amigos

8 de diciembre de 2017

Viajar con amigos siempre tiene ese añadido de dificultad, diferentes gustos, preferencias, estilos y además, en esta ocasión el origen era distinto. Andreu y Silvia viajamos desde nuestra casa en Vinaròs, pero el resto vienen desde Coruña. Así que coordinar la llegada a Oporto para todos no es tan fácil. En este caso, desde Coruña venían dos coches, uno con Belén, Luis y sus dos hijas Candela y Jimena y otro coche con Isa, Iago y la pequeña Marina. El equipo gallego, a su llegada a Oporto, fue directamente al apartamento a dejar las maletas y empezar a organizar habitaciones. Al poco rato, en un momento, nos vinieron a buscar en coche Luis y Candela al aeropuerto de Oporto que está muy cerca del centro de la ciudad. Nos sentimos como unos auténticos VIP, parecía que el chófer nos estaba esperando. Ya que nosotros habíamos ido en nuestro coche hasta el aeropuerto de Barcelona y con una oferta muy interesante que encontramos en Skyscanner, volamos hasta Oporto. Ahora ya estábamos todos listos para después de la llegada a Oporto empezar a disfrutar y pasarlo bien.

Ya hemos llegado a Oporto

Nuestro vuelo llegó alrededor de las once de la mañana, y tuvimos suerte que, como el apartamento estaba vacío, nos dejaron entrar más temprano. Los chóferes que nos habían venido a buscar al aeropuerto, nos llevaron en unos minutos a nosotros y a nuestras maletas de mano en un momento al apartamento. Aunque realmente eran dos apartamentos que estaban juntos. Primero que nada, un buen rato de besos, abrazos y saludos, pese a que hacía un par de meses que nos habíamos visto. Después deshacer un poco las maletas y repartirnos las habitaciones. Todos ya teníamos ganas de empezar a descubrir Oporto. Nosotros, en este caso contratamos los apartamentos a través de Booking, pero siempre os recomendamos que comparéis ofertas. 

Booking.com

Primer paseo a nuestra llegada a Oporto

La verdad es que si viajas en el puente de diciembre y además a Oporto. Hay muchas posibilidades de que llueva, y exactamente así fue. El tiempo no acompañaba mucho para ir descubriendo la ciudad, pero nosotros necesitamos viajar y sin pensarlo salimos a explorar un poco la ciudad. Paseando con calma, disfrutando del centro, íbamos bajando hasta la orilla del río Douro. La zona del centro es pequeña y tiene muchos rincones con encanto, eso sí, la mayoría es con adoquines y en los pasos de cebra no había rampas con lo que pasear con el cochecito de bebé de Marina resultaba un poco más complicado de lo esperado. Pero bueno, éramos muchos para ayudar cuando era necesario.

Hora de comer

Paseando tranquilamente, llegamos a la orilla del río al conocido barrio de la Ribera. Por las calles había muchos turistas, la mayoría españoles, y nosotros éramos un grupo un poco grande. Así que nos pusimos a buscar un sitio para comer. Había de todo tipo de precios y comidas. Al final nos decidimos por uno que tenía muy buena pinta ubicado cerca del puente de Luis I, llamado Fish Fish. la comida estaba muy buena, y sobre todo nos encantó el arroz de frutos del mar. Después de comer el tiempo fue empeorando y la lluvia poco a poco era más intensa. Así que por nuestra salud y sobre todo por la de las pequeñas, volvimos al apartamento a descansar y mantenernos secos.

Paseo por la tarde noche

Más tarde la lluvia paró y enseguida nos animamos para salir a dar otro paseo, buscar algún sitio para tomar algo cerca del apartamento, pero poco a poco nos fuimos envalentonando y al final llegamos otra vez al puente Luis I pero esta vez por la parte de arriba. Las vistas nocturnas que se tienen desde el puente son fantásticas con las luces reflejándose en el agua del río. Eso sí, nos sorprendió mucho que por la parte de arriba del puente pasa el metro, que es verdad que va muy despacio, pero no separa nada los peatones de los trenes y además en el puente hay una barandilla muy pequeña y baja. Hay que ir con cuidado de no tener ningún susto. Ya más tarde de lo inicialmente previsto volvimos al apartamento. Para el día siguiente la previsión del tiempo era mejor y además, las chicas nos prepararon una sorpresa para los chicos.

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