25 de febrero de 2018, es el gran día, para el que hemos estado entrenando desde hace meses, más de mil kilómetros en las piernas para hacer solo 42.195m, con ganas de mejorar el humilde récord personal, pero sobretodo preparados para disfrutar y pasarlo muy bien por las calles de Sevilla.
Empezamos el día como tiene que ser, un superdesayuno, con zumo, tostadas, donuts, frutas y más calorías que necesitaremos después. Salimos del apartamento y empieza el calentamiento, tenemos que intentar llegar a la línea de salida, los autobuses son gratuitos para los corredores el problema es que si miles de personas van al mismo sitio, estás en el autobús como lata de sardinas. Otros runners comentan qué suerte que han compartido taxi, así que la organización tiene que mejorar el acceso. Por fin llegamos a la salida, nosotros ya teníamos decidido no usar el guardarropa, para evitar posteriores colas, así que nos hacemos las fotos de rigor antes de la salida y nos despedimos de nuestras animadoras particulares.
Empieza la carrera
Ocho y media de la mañana, empieza la carrera y empezamos a disfrutar. El tiempo es perfecto, fresco sin pasarse, un poco nublado que nos frene al Lorenzo y empezamos a nuestro ritmo. Es una carrera larga y el muro nos pondrá en nuestro sitio… Hemos quedado con las animadoras alrededor del km 9 y del 14 luego en línea de meta. El recorrido personalmente no parece tan llano como lo anuncian, si es verdad que no hay ninguna gran subida pero si es verdad que hay algunas calles que pican hacia arriba. Por parte de la organización faltan puntos de animación solo hay dos, eso sí lo compensan los voluntarios en los avituallamientos y el público, siempre todo el camino animando y aplaudiendo sin parar. Alrededor del km 33 nos encontramos con el muro una larga avenida recta entre el estadio Benito Villamarín y la Plaza de España, bajamos el ritmo, pero seguimos adelante… El paso por Plaza España y después todo el centro, la zona de la catedral, sin palabras, el público te lleva. El último km hasta el estadio un poco en solitario pero tan cerca de la gloria no se puede parar y por fin llegamos a meta. La entrada al estadio es espectacular y sabe a gloria bendita. Paramos el crono en 3h58m59s Por debajo de las 4 horas seguimos en nuestro nivel, aunque no mejoramos marca, habrá que hacer otra…
Llegada a meta
Aquí pongo un enlace a un vídeo que graba la organización en los puntos de paso para que se vea el ambiente y otro vídeo de la salida grabado con action cam. Además el enlace a mi actividad para que se vea el recorrido, los tiempos y todo, para no perder la costumbre al llegar a meta no paré el gps y se lía un poco…
Con la fatiga y el mogollón de gente cuesta un poco encontrarnos todos, pero por fin lo conseguimos y aún nos queda otra aventura, enlatarnos en un autobús para volver al apartamento. Paramos a comer en una pizzería para recuperar calorías y beber más de un litro de cerveza para recuperar también líquidos. Al llegar al apartamento un buen baño y una siesta de más de tres horas que si es de verdad gloria bendita.
Después de la siesta
Vamos a tapear algo y sobretodo recuperar más líquido por la zona del puente de Triana dónde hemos quedado con otra pareja de Vinaròs. El también a corrido el maratón en un tiempo de 3h01m es un máquina!
Volver al apartamento y dormir más, ahora queda lo mejor del viaje, disfrutar y callejear porque necesitamos viajar.
Al próximo maraton me apunto contigo. (jijiji)
¿A sufrir o a disfrutar? La idea es Praga 2019 que también hay buena cerveza