Nuestra llegada a Marrakech

Preparados, listos, al avión

Domingo 20 de octubre de 2019

Selfie de necesitamosviajar.com antes de subir al avión, Valencia MarrakechDespués de dedicar bastantes horas para organizar nuestro viaje Marrakech, por fin llega el día. Salimos de casa con nuestras maletas preparadas y ésta vez salimos del aeropuerto Valencia. Llegar y aparcar en el aeropuerto es muy fácil. Antes de subir al avión nos miran los pasaportes y listo. En un par de horas será nuestra llegada a Marrakech, pero esta vez nos espera un vuelo diferente y no por culpa de la compañía aérea, que con Ryanair, nosotros nunca hemos tenido problemas. Más bien porqué nosotros somos bastante tímidos y no hablamos más que dos frases con los que se sientan a nuestro lado. Vistas por la ventanilla del avión Ryanair Valencia MarrakechPero en esta ocasión se nos sentó un hombre que no calló en todo el vuelo. La verdad es que al principio fue muy agradable, porqué nos explicó que el por trabajo viajaba casi todas las semanas a Marruecos y nos dijo unos consejos muy interesantes. Sobre los taxis, la comida, la bebida, las propinas etc… que os iremos contando a lo largo de las nuevas entradas sobre Marrakech. Pero poco a poco se le fue yendo la pinza y empezó a explicarnos que se iba de fiesta hasta las tantas, que le había sido infiel a su primera mujer, luego habló sobre sus ideas políticas que eran totalmente opuestas a las nuestras. En resumen, que el vuelo fue una auténtica aventura. Pero por fin nuestra llegada a Marrakech se hizo realidad.  

En el aeropuerto de Marrakech

Al aterrizar en el aeropuerto de Marrakech-Menara ya tenemos sensación de vacaciones, es 20 de octubre y hace un tiempo excelente. Estamos contentos de nuestra elección, podremos descansar y relajarnos en la piscina del hotel. Pero primero, debemos seguir algunos pasos. Al bajar del avión con nuestras maletas de mano, el primer paso es pasar el control de pasaportes. No hay mucha cola y es un trámite bastante rápido. Nos preguntan cuanto tiempo estaremos y de que trabajamos. Chapurreando un poco de francés contestamos y nos dejan pasar sin problemas.

A la salida del aeropuerto

Después de esto, vemos las oficinas de cambio de moneda, y ya habíamos leído en otros blogs de viajes que era la mejor opción para hacer el cambio. Tanto por precio, como por confianza. Así que allí que fuimos. Cambiamos la cantidad que teníamos prevista de Euros a Dirhams sin ningún problema. Curiosamente, para salir de la zona de viajeros del aeropuerto tenemos que pasar un control de seguridad y nos miran las maletas. No hay casi nadie en el edificio de llegadas del aeropuerto. Nuestro compañero de vuelo ya nos había avisado… Al salir al exterior muchos marroquíes intentan vendernos su transporte, excursiones y demás pero nosotros cruzamos andando un paso de peatones que hay, y enfrente está la parada de taxis. Curiosamente, allí hay un cartel que indica los precios de los taxis desde el aeropuerto hasta el centro de la ciudad o el palmeral, donde se encuentran la mayoría de hoteles, incluido el nuestro. En el cartel decía que del aeropuerto hasta el palmeral son 150 dirhams, y los taxistas nos pedían 300. Después de un tira y afloja y unos minutos de regateo conseguimos por 200 porqué el taxista decía que nuestro hotel estaba más alejado del palmeral (Y de hecho era así, nuestro hotel no estaba exactamente en el palmeral, era unos pocos kilómetros más lejos)  Nuestra llegada a Marrakech va cogiendo forma por fin.

Traslado al hotel de Marrakech

El viaje en taxi es nuestra primera toma de contacto que Marruecos y nos resulta peculiar. Primero que nada, los taxis son casi todos Dacia Logan de un color parecido a crema, pero vemos que no todos son el mismo tono. Al abrir la puerta del taxi lo entendemos, los marcos de las puertas y las partes interiores son blancas. Se repintan ellos mismos los taxis. Después de ésto como era de imaginar, el tráfico resulta un poco caótico y ya se nota que no estamos en un país del primer mundo. De camino al hotel vemos muchas promociones de viviendas de lujo, suponemos que para los europeos disfruten de su jubilación allí. Unos 25 minutos después de salir del aeropuerto, llegamos al hotel, está ubicado un poco en medio de la nada, pero a primera vista parece un resort fantástico. A la llegada el taxista nos pide un poco más de dinero, pero nos mantenemos firmes con nuestro acuerdo. Le pagamos los 200 dirhams que habíamos acordado. 

Llegada al hotel de Marrakech

Silvia a su llegada al hotel Ona MarrakechDespués de todas las aventuras del día, por fin nuestra llegada a Marrakech y nuestro fantástico hotel es una realidad. Esperamos descansar y relajarnos durante nuestras vacaciones. Mientras vamos realizando el check-in nos van explicando todo del hotel, el programa de animación, el todo incluido, los horarios de los restaurantes, etc. Y la verdad es que son ya las cinco de la tarde y estamos todavía sin comer!! Nos explican que en la zona de la piscina hay una cafetería con hamburguesas, patatas, dulces y algo más… Pasamos por la habitación para dejar las maletas e inmediatamente después nos vamos a comer algo. Ahora ya si, con comida dentro del estómago nos dedicamos a pasear un poco por el hotel. La piscina es inmensa y tiene unos jardines espectaculares. Las habitaciones están en varios edificios separados que simulan el típico rihad marroquí. En el edificio principal, es donde está el comedor, otro bar-cafetería, recepción etc…

Familiarizarse con el hotel

Nuestra habitación en el hotel Ona MarrakechDespués del paseo, regresamos a la habitación para instalarnos correctamente, y descansar un poco. La habitación es una suite junior, con lo que tenemos como una habitación pequeña con dos camitas, ideal para dejar maletas, ropa etc. y otra principal. Con una cama king-size comodísima, un sofá, televisor y con una pequeña terraza. El único pero es que las vistas son como a la parte de atrás, tenemos un poco de césped y un seto alto. Con vistas a la piscina hubiera sido fantástico. Pero sin dudarlo, la oferta merece la pena!

Selfie junto a la piscina del hotel Ona MarrakechYa es la hora de cenar, vamos al restaurante. Es estilo bufé libre, el salón es enorme y mucha comida y mucha variedad, la calidad es justa, pero se puede comer. Hay un señor que va haciendo pizzas sin parar y coges porciones, bastante buenas. Embutidos, ensalada, fuentes con pasta, carne, pescado etc… En resumen, típica comida de bufé. Lo único raro que la bebida era o agua o vino. Ni refrescos, ni cerveza… Pero lo dicho bastante aceptable. Por lo que vemos en el comedor somos los únicos españoles. La mayoría ingleses y franceses. Después de cenar hacemos una toma en el bar, pero la verdad es que al anochecer refresca un poco. Además, estamos cansados de todas las aventuras del día. Así que nos vamos a dormir y descansar, para poder disfrutar de nuestras vacaciones de relax en Marrakech.    

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