domingo 26 de noviembre 2017
Es un viaje exprés de un fin de semana a Como y Milán. Ayer tuvimos la mala suerte de que el tiempo no nos acompañó para nada. Aguó bastante nuestros planes. Por suerte hoy tenemos un día fantástico y vamos a aprovechar al máximo nuestro tiempo, así que ya tenemos más o menos claro qué ver en Milán en un día. Los recursos turísticos más importantes se encuentran en el centro. Así que, será fácil callejear por Milán y poder completar nuestra ruta de qué ver en Milán en un día.
Empezamos el día con mucha energía
En el Novotel Milano Nord Ca Granda, tenemos el desayuno incluido, así que reponemos las energías al máximo y nos preparamos para visitar Milán. El coche de alquiler lo dejamos aparcado en el hotel. Volveremos a por él para regresar al aeropuerto. El tráfico por el centro de Milán está limitado y encontrar aparcamiento resulta casi imposible. Si alguien viaja en coche a Milán, en un viaje anterior, nosotros usamos el aparcamiento Maciachini. Es un aparcamiento muy económico (pagamos menos de 3 euros por un día) ubicado un poco a las afueras y junto a una estación de metro que conecta directamente con el centro. Volviendo a nuestro viaje, en esta ocasión decidimos ir al centro en tranvía. Son tranvías antiguos restaurados que transmiten un encanto especial durante el viaje. Y por supuesto las vistas son mejores.
Ahora sí. Qué ver en Milán en un día.
Qué ver en Milán en un día, empezamos delante de la impresionante Catedral de Milán, más conocida como Il Duomo. Su construcción se alargó durante muchos siglos y esto supone que encontremos diferentes estilos arquitectónicos en ella. Por supuesto lo más llamativo es su impresionante fachada con mucha ornamentación. Sin duda la plaza del Duomo es el corazón de Milán, es muy grande y está constantemente con gente. Turistas y locales dan vida a esta plaza. Parar un momento y ver a la gente pasar también tiene ese no sé qué, parece hipnotizante. A un lado de la plaza, tenemos la famosa galería Vittorio Emanuele. Sus arcadas y su pasillo con techo de cristal lucen espectaculares.
Seguimos callejeando por el centro de Milán.
Aunque nos llama mucho la atención entrar a la Galería, decidimos andar un poco por el centro y andamos hasta el castillo Sforzesco. El castillo se empezó a construir en el siglo XV y actualmente es una galería de arte. Merece la pena pasear por su gran jardín interior donde hay algunas esculturas. Seguimos con el plan de qué ver en Milán en un día y continuamos callejeando por las calles de Milán con sus tiendas, escaparates y cafeterías. Entramos en alguna a cotillear un poco. La próxima visita es el famoso teatro de la Scala. Sin duda es uno de los teatro de ópera más famosos del mundo. Desde aquí, ahora sí entramos por la parte posterior a la Galería Vittorio Emanuele. El edificio en sí, es magnífico. y por supuesto las tiendas y el ambiente es muy especial. Por supuesto, seguimos la tradición. Apoyamos el talón del pie sobre las partes del toro que hay en el suelo, y damos tres vueltas sin levantar el pie. El problema de esto, es que los deseos no tiene plazo de entrega. Nosotros seguimos esperando.
Visitar las zonas de tiendas.
Por supuesto, una de las cosas más famosas de Milán, es la moda. Y por supuesto, es imprescindible visitar las zonas más comerciales. Detrás del Duomo tenemos la Vía Corso Vittorio Emanuele II, con las tiendas más habituales para la plebe como nosotros. Por supuesto, entramos en alguna, y ya avisamos que algo siempre cae. Andando un poco más llegamos a una visita imprescindible para qué ver en Milán en un día. La calle Montenapoleone, es una calle relativamente estrecha y larga. En ella encontramos las tiendas más exquisitas. (Gucci, Dior, Bulgari, Armani…) evidentemente no compramos nada, pero nos encanta ver como en un escaparate enorme solo exponen un llavero o un bolso con mucha decoración. Hay que reconocer que el marketing lo tienen muy estudiado.
Hora de comer.
Buscando algún restaurante para comer, detrás de las galerías encontramos el restaurante Papa Francesco, entramos un poco asustados pensando que sería el típico restaurante que se aprovecha de los turistas, pero la comida estaba muy buena. A media comida los camareros y el cocinero hicieron un poco de show bailando y cantando con la pasta de otros clientes. Llamativo y divertido. Después de comer seguimos callejeando por el centro. Ya hemos visitado lo imprescindible, así que decidimos mirar un poco más las tiendas. La decoración navideña invita a entrar a diferentes tiendas y al final caemos en la tentación y compramos el típico panettone para las fechas navideñas.
Regreso a casa y fin del viaje.
Volvimos en metro al hotel para recoger el coche y nos dirigimos al aeropuerto. Nosotros llegamos sin problemas, pero queremos destacar que durante los dos días del viaje hemos visto más de cinco accidentes. Leves, eso sí, pero se confirma que en Italia conducen un poco agresivos. Es fácil todo el proceso de devolver el coche de alquiler. Durante el viaje en avión para volver a casa recordamos lo bien que hemos pasado en estos días. Una vez ya, en Barcelona recogemos el coche del aparcamiento del aeropuerto, y después de un fantástico fin de semana, volvemos a casa para el lunes trabajar. Dos días y desconectamos muchísimo!! Así que se confirma necesitamos viajar!!!