Martes 23 de octubre 2018
Unas horas en Viena es lo que nos queda de nuestras vacaciones. Tenemos esa sensación de fatiga y ganas de volver a casa, con la tristeza de que finalicen nuestras vacaciones y despedirnos de estos lugares fantásticos. Así que decidimos ponernos en marcha temprano para disfrutar de unas últimas horas en Viena. Nos aseamos, dejamos el apartamento de Airbnb recogido y las maletas en la puerta para ir a recogerla antes de poner rumbo al aeropuerto. Vamos a por unas horas en Viena.
Nos acercamos a la estación de tren, y volvemos a coger las bicicletas de
Wien Citybike para llegar a la plaza de la ópera en unos minutos, a través de unos geniales carriles bici que además es ligeramente cuesta abajo. Como no podía ser de otra manera volvemos a hacer muchas fotografías de esta ciudad.
Callejear un poco por Viena
Damos nuestro último paseo por la Karntner Strasse, la calle comercial de Viena, y llegamos hasta la Stephanplatz. Aceptamos el reto de subir los 343 escalones que suben arriba del mirador del campanario de la Catedral de Viena. Desde arriba, no es un mirador abierto, sino que es como una habitación con cuatro ventanas que permiten ver en todas las direcciones. Desde arriba las vistas son geniales.
Los edificios y las casas de Viena, junto con el precioso tejado de la catedral, son unas vistas que no olvidaremos, dignas para pasar unas horas en Viena.
Seguimos callejeando por los alrededores de la catedral de Viena, sin la presión de visitar todos los monumentos de Viena, podemos andar para descubrir rincones secretos de Viena, como por ejemplo este callejón comercial.
Son las últimas horas en Viena y no podemos parar de hacer fotografías en los alrededores de la catedral. Los edificios son preciosos, las calles fantásticas y toda la ciudad de Viena parece un decorado de una película de como no podía ser de otra manera de Sissi Emperatriz.
Se acaban las horas en Viena
Hemos pasado unas horas en Viena, en nuestro último día y ya es hora de ir al apartamento para ir a recoger las maletas. Ahora usamos el metro para ir al apartamento e iniciar todo el proceso. Recoger las maletas del apartamento y dejar las llaves a nuestra anfitriona de Airbnb. Andar los escasos metros que separan nuestro apartamento de la estación de tren. Comemos algo rápido en uno de los muchos restaurantes de la estación. Después el tren nos lleva directamente al aeropuerto de Viena en apenas unos 15 minutos.
Una vez allí iniciamos todo el proceso de facturar la maleta, pasar los controles de seguridad y cómo no, esperar en la puerta para embarcar en el avión. En ésta ocasión volamos con la compañía Eurowings, eran los billetes más baratos que encontramos en el buscador de Skyscanner. Recomendamos comparar precios para encontrar la mejor oferta.
A las 17:45 despegamos rumbo a Barcelona. A las 20:00 llegamos al aeropuerto y casi no recordamos en qué lugar del aparcamiento de la terminal tenemos aparcado el coche. Con reserva previa en la web de Aena se consiguen unos precios bastante interesantes.
Ahora ya por fin, unas dos horitas más de coche y llegamos a casa para descansar de unas vacaciones inolvidables. Suerte que al día siguiente trabajamos por la tarde. Ahora a planear las próximas vacaciones, por qué necesitamos viajar.
