Maravillas de Bruselas
31 de Marzo de 2019
Es el segundo día que estamos en Bruselas y tenemos planeado visitar y descubrir algunas maravillas de Bruselas. Nos despertamos muy descansados y con las pilas cargadas tras haber pasado una noche en nuestro muy bien ubicado apartamento de Airbnb. Después de desayunar y la higiene mañanera nos ponemos en marcha para visitar las maravillas de Bruselas. La primera maravilla de Bruselas que tenemos marcada en el planning de hoy es el Atomium, ubicado en las afueras es uno de los edificios más emblemáticos de la capital belga.
Atomium de Bruselas
Con el tranvía 3, sin trasbordos llegamos a la zona del Atomium. Representa un cristal de hierro ampliado 165 mil millones de veces. Formado por 9 esferas de acero de 18 metros de diámetro. Fue construido para la exposición del año 1958. Está ubicado en las afueras de la ciudad en una zona con muchos parques y zonas verdes. Las fotos que se pueden hacer allí son una maravilla. La entrada al atomium son 12 € por persona. Leímos que en el interior había una exposición de fotografías que no nos llamaba la atención así que decidimos no entrar.
Eso sí, por los alrededores hacemos muchas fotografías. Además, volvemos a destacar la capacidad de crear recursos turísticos de la nada que tienen estos belgas… Abajo hay unas letras enormes «be.WELCOME» que aprovechamos nosotros también para hacer más fotografías. La verdad es que esto nos recuerda mucho al las letras que también había en Oporto. Seguimos por la zona haciendo muchas más fotografías y paseando por los jardines que hay alrededor del Atomium. Volvemos al tranvía y volvemos al centro para seguir descubriendo las maravillas de Bruselas.
Otra vez en el centro
De vuelta a la zona centro, nos acercamos a ver posiblemente la tercera escultura más famosa de Bruselas el Het Zinneke o podríamos llamarlo el Perrokin Pis. Eso sí, esta no es fuente y si no vas muy atento tropiezas con ella. Se acerca la hora de comer y empezamos a buscar un sitio donde saciar nuestro apetito. En una calle cercana a la Grande Place con muchos restaurantes y por supuesto camareros en la puerta explicando sus cartas, nos pillan con las defensas bajas y nos lían para entrar. Intentaba ser un restaurante italiano pero, la limpieza muy justa, los platos muy mejorables y la decoración super agobiante. En resumen Chicote podría haber grabado tres programas. Además, el precio bastante elevado, en parte también por la ubicación. Se llamaba Corte Gastronómica, os avisamos para que podáis decidir si váis o no. Como tenemos el apartamento muy céntrico gracias a una buena preparación del viaje, decidimos acercamos a descansar un poco.
Callejear un poco más por el centro de Bruselas
Después de una pequeña siesta nos acercamos a ver la Catedral de Bruselas, construida en estilo gótico merece la pena dedicar unos minutos a su visita, además de para admirar su belleza hay que destacar que delante hay una zona verde con unos bancos y además hay como una especie de hamacas o tumbonas de madera donde la verdad apetece tumbarse un rato y admirar la ciudad de Bruselas.
Disfrutando del paisaje, los árboles y la fachada de la catedral parece que se detiene el tiempo y sin darnos cuenta hemos estado casi media hora sin hacer nada pero fascinados por ese encanto y magia que tiene la ciudad. Continuamos nuestro paseo y ahora nos acercamos a visitar el Palacio Real. El edificio no es la residencia real, pero sí donde se realizan todos los actos de la realeza. Es un edificio grande de estilo neoclásico con unos jardines delante y además al otro lado de la calle está el grandioso parque de Bruselas, otra magnífica zona verde para pasear y dejar pasar el tiempo.
Volvemos hacia la Grand Place
El Palacio Real queda un poco apartado de todo lo más céntrico, así que paseando decidimos volver a la Grand Place para admirar la maravilla de Bruselas. De Camino nos compramos un cono de patatas fritas en una tienda típica, que hay cola y todo, la verdad es que están deliciosas, recomendamos que las probéis. Paseando por los alrededores de la Grand Place nos acercamos a la Iglesia de San Nicolás. Por supuesto pasando por la Grand Place que nos fascina cada vez que pasamos por ella. Sin ninguna duda el centro de Bruselas es una maravilla. Ya es tarde y se acerca la hora de cenar, con el mal recuerdo de la hora de comer decidimos comprar en un sitio de comida rápida de hamburguesas, patatas, croquetas etc… Cogemos para llevar, ya que el apartamento de Airbnb lo tenemos al lado, así que cenamos tranquilamente y después como no tenemos televisión vemos una película de Amazon Prime a través de nuestra tableta.
Después de la sesión de cine, ya nos vamos a dormir para descansar ya que al día siguiente queremos ir a visitar otra maravilla de Bélgica, mañana iremos a Brujas.