23 de Mayo de 2017.
Es el último día que nos queda en ésta bella ciudad y aunque ya hemos visto los sitios más turísticos, no podemos evitar dar el último paseo para todavía llevarnos un mejor recuerdo de la ciudad.
Desayunamos en nuestro apartamento de Airbnb y nos ponemos en marcha, nos acercamos andando al conjunto de Palacios de Amalienborg, es un conjunto de varios palacios del siglo XVIII dónde vive la familia real danesa, llama la atención que no son unos palacios ostentosos, son más bien sencillos y están situados bastante céntricos. Es temprano pero ya hay algunos grupos de turistas de los cruceros.
Seguimos visitando la ciudad
Continuamos paseando por Copenhague y ahora nos acercamos a los jardines reales o Kongens Have, son unos jardines amplios y tranquilos, sentarse en un banco y relajarse un rato es inevitable, mirar a la gente paseando y jugando mientras se disfruta del sol de primavera es fantástico. Cerca está el castillo de Rosenborg y el museo real, por fuera parece un castillo sencillo y tomamos la decisión de no entrar ya que no parece nada especial. Muy cerca se encuentra el Jardín Botánico, el museo de historia natural y la Galería Nacional de Dinamarca. Nosotros no entramos en ninguno, pero la verdad es que todos estos museos se encuentran en una zona verde genial. Pasear por esos parques en un día soleado no tiene precio. Continuamos nuestro paseo por la zona y nos acercamos a la Frederik Kirke, tiene una forma más similar al panteón de Roma que a una iglesia de las que estamos acostumbrados. Con tanto paseo no podemos evitar la tentación de comer un perrito caliente de un puesto callejero. Nos lo prepara muy bien una chica argentina que nos dice que está encantada de vivir en Copenhague, ¡que lleva diez días en la ciudad!
Última pedalada por Copenhague
Todavía nos quedan minutos en el bono que habíamos contratado de las bicicletas eléctricas Bycyklen y decidimos volver por la orilla pedaleando al más puro estilo verano azul, admirando las vistas y la tranquilidad de una ciudad nórdica, ordenada y civilizada. Ya se acerca la hora del fin. Volvemos a nuestro apartamento a recoger todo el equipaje, una última foto de despedida y andamos con nuestras maletas de mano hacia la estación de trenes de Osterport que está a unos minutos andando. Desde aquí pasan trenes cada 15-20 minutos destino al aeropuerto. Os dejamos aquí un link con más info para traslados del aeropuerto al centro y viceversa. Así que, con el camino al aeropuerto se acerca el fin de nuestras vacaciones.
Un par de horas de vuelo, aterrizamos en Barcelona, recogemos el coche que como siempre habíamos dejado aparcado en el aeropuerto. ¡Recordad con reserva sale más barato! Un par de horas y a casa que al día siguiente hay que trabajar. Y recordad que necesitamos viajar!!