17 de marzo de 2024
Hoy será un gran día, participamos en el maratón de Roma
Hoy es el gran día. Vamos a vivir la experiencia de participar en el maratón de Roma. Llevamos varios meses realizando el entrenamiento adecuado para cumplir nuestro objetivo. Básicamente pasarlo muy bien, visitar Roma de otra forma distinta, disfrutar la experiencia del maratón de Roma y por supuesto acabar con un poco de dignidad. Nos despertamos en nuestro alojamiento Casa di Zia Lola que reservamos con mucha antelación a través de Booking. Desayunamos bien, ya que necesitaremos mucha energía. Salimos del apartamento con la ropa de correr y nos dirigimos hacia la línea de salida preparados para vivir la increíble experiencia del maratón de Roma. Son las siete y media de la mañana y pasamos junto a la Fontana de Trevi. No pudimos resistir hacernos una foto y a esas horas ya hay algo de gente.
Llegando a la salida del Maratón de Roma
La salida del maratón de Roma es en la Via del Fori Imperiale, pero a partir de la Plaza Venezia hay un control donde ya solo dejan pasar a los corredores. Hay muchísima gente, corredores y acompañantes. Es temprano y el ambiente es fresco, pero el sol brilla con fuerza así que será un día muy caluroso. Aprovechamos para hacer la última foto con el monumento a Vittorio Emmanuelle II de fondo. Como veis en la foto vamos abrigados con una sudadera vieja, ya con la intención de tirarla antes de la salida. Cuando se está parado en la salida se puede tener algo de fresco pero a la que empecemos a correr seguro que hará mucho calor. En este punto nos separamos el equipo. Un lado «runner» y otro de animación. Hemos intentado organizar unos puntos para la animación y vernos varias veces durante el recorrido del único maratón de Roma. Estamos de los nervios, seguro que será una experiencia única.
El momento antes de la salida del maratón de Roma
Todos los maratones que hemos participado con anterioridad han sido bastante multitudinarios. Barcelona, Copenhague, Sevilla y Madrid. Pero ninguno tan exagerado como este. Hay muchísimos corredores, es increíble. A la que accedes a la zona de corredores primero hay como quince camiones donde puedes dejar la bolsa del corredor con tus cosas. Nosotros no solemos dejar nada porqué después se crea mucha cola en la recogida, pero aquí parece que lo tienen muy bien organizado, así que puede ser más rápido. Después de estos camiones ya empieza la zona donde se tendrían que ubicar las personas que van a participar en el maratón de Roma. Pero hay tanta gente que para estar esperando de pie más de media hora apretujado, prefiero quedarme en la parte de atrás sentado en un bordillo. Hay que guardar cualquier energía que vamos a hacer 42 kilómetros. Lógicamente los cajones y los globos es imposible organizarlo y es un poco a la aventura sálvese quien pueda…
Empezamos a correr el maratón de Roma
Por fin, son las ocho y media. Es la hora de salida de la carrera. Poco a poco los participantes vamos acercándonos a la salida. Como hemos dicho hay mucha gente y los globos liebre están muy desordenados, a nuestro lado hay uno de cuatro horas, pero delante a lo lejos vemos unos de seis horas y media. Es un lío porqué están los globos con el tiempo pero además hay de primera ola, hasta cuarta ola. Al final vamos a pasarlo bien, a disfrutar de la ciudad y vamos a correr a un ritmo cómodo que después queremos callejear por Roma. El primer punto que habíamos quedado con el equipo de animación era al kilómetro de la salida en la parte de atrás del Coliseo. Ya habíamos hablado que Silvia estaría a la derecha y ahí nos vimos. Corriendo, la multitud de gente es increíble tienes que ir con mil ojos para no tropezar con otros corredores. Son veinte mil que hacen el maratón y además hay otros diez mil que hacen el maratón por relevos. Equipos de cuatro donde cada uno hace una parte del recorrido. Menos mal que son avenidas anchas. Durante la carrera vamos pasando por los lugares más famosos de Roma.
Imposible coordinar con el equipo de animación
El recorrido por la zona del Vaticano hace como unos zig zags y habíamos planeado con Silvia que ella podría ir cruzando las calles y nos veríamos varias veces. Pero como hemos comentado, hay tantos corredores, tanto público que no le dejan cruzar la calle, ni casi moverse. Así que, lo único que puede, es acercarse a la zona de la Bocca della Verità, y vernos pasar. Es más o menos el kilómetro 13. Ya no podremos volver a vernos hasta casi la meta. Nos despedimos y nos deseamos pasarlo bien. Con calma seguimos corriendo a nuestro ritmo, disfrutando de los monumentos de Roma. Intentando hacer alguna fotos y sobre todo, soportando el calor. El sol ya empieza a apretar y todavía no llevamos dos horas de carrera. Nos falta más de la mitad del recorrido y hemos venido a disfrutar y a pasarlo bien, no a sufrir. El maratón de Roma tiene que ser una experiencia positiva.
Seguimos viviendo la experiencia del maratón de Roma
Al pasar el medio maratón el recorrido se aleja del centro en dirección norte, en busca de la zona del Foro Itálico, el Estadio Olímpico y el Puente Milvio. Para nuestro gusto es una parte dura del recorrido. Avenidas largas con ligeras cuestas, edificios residenciales y menos interés turístico. Pero vamos aguantando. Comentando lo que decíamos antes de los globos, nuestro ritmo actual sería para acabar en 4h30m aproximadamente, que no seremos capaces de mantener ese ritmo hasta el final. Y nos adelanta el globo de 4h45m. Es de las pocas pegas que le estamos viendo al maratón de Roma, que está siendo una experiencia inolvidable
Nos vamos acercando a la meta del maratón de Roma
A partir del kilómetro 31 las fuerzas empiezan a flaquear y hace mucho calor. Quizá podríamos forzar un poco la máquina, pero hemos venido a disfrutar, así que a partir de aquí empezamos a combinar algunos ratos andando con otros al trote suave. Mucha gente también hace lo mismo, empiezan a andar. Por lo tanto el ritmo baja muchísimo. Pero no tenemos prisa. Hay muchos avituallamientos y muy completos. Con fruta, agua, geles, bebida isotónica y sobre todo hay muchísimos puestos con esponjas mojadas en agua fresca. Madre mía, han debido comprar millones de esponjas en Aliexpress o similar. Pero la verdad es que con el calor se agradecen.
Últimos kilómetros del maratón de Roma
Sin duda, desde el punto vista turístico los últimos kilómetros son los mejores. Pero a la vez son los más duros. Cansancio, mucho calor y calles adoquinadas muy irregulares pasan factura. Pero sin duda poder trotar por un recorrido pasando por la Plaza del Poppolo, Via del Babuino, Plaza de España, Via del Corso, Via Condotti, Plaza Navona, el Vittorino, Circo Massimo, encontrarte otra vez con tu pareja después de horas separados y acercarte otra vez al Colisseo justo antes de pasar la meta es fascinante. Una experiencia única e inolvidable. La verdad es que estamos cansados pero al haber dosificado mucho las energías sin duda es el maratón que hemos acabado mejor. Nos ponen la medalla, nos dan un último avituallamiento y vamos saliendo de la zona de corredores hacia la plaza Venezia donde nos volveremos a encontrar con el equipo de animación. Por cierto tiempo final 5h08m.
Después de la carrera
Habíamos reservado el apartamento bastante cerca de la salida y meta de la carrera. Menos mal, porqué la parada del metro de Colisseo estaba cerrada. Estamos cansados pero vamos andando tranquilamente en dirección al apartamento Casa di Zia Lola. Por el camino encontramos un restaurante y allí que entramos. Sudados, con la ropa de correr pero da igual. Al resto de la gente hasta le hace un poco de gracia. Pedimos un pack completo de recuperación. Cerveza grande, pizza y por supuesto de postre un helado. Después de comer nos vamos al apartamento a darnos una buena ducha. Como tiene lavadora lavamos la ropa de correr para no llevarla toda sudada en la maleta y por supuesto hacemos un poco de siesta. La verdad es que estamos mejor de lo esperado, sobre todo de piernas. Como siempre después de una maratón un poco de dolor en las rodillas al bajar escaleras pero mucho menos que en otras carreras. Está bien esto de no obsesionarse con el tiempo.
Callejear un poco por Roma
Estamos en Roma, así que es evidente que no nos vamos a quedar encerrados en el apartamento. Salimos a callejear un poco por la ciudad sin rumbo. Como hemos dicho estamos bastante bien de piernas. Al final nos animamos y nos decidimos a ir hasta la zona del Trastevere, sin duda uno de los barrios con más encanto de Roma. Encontramos un restaurante que hacía buena pinta y entramos. En Italia toda la comida es buena, aquí pedimos un risotto y una carne asada está espectacular. De postre un tiramisú delicioso. Regresando al apartamento pasamos por un pub y nos animamos a tomar algo, hay poca gente. Para los fiesteros todavía es pronto. Le preguntamos al camarero por un Mojito y nos dice que hacen los mejores del Trastevere. Ni en broma, estaba malísimo. Nos dejamos la mitad… Después de eso nos fuimos tranquilamente andando hacia el apartamento a descansar. Mañana queremos callejear muchísimo más por Roma.